Más de ocho años acompañando a pequeñas empresas madrileñas
Comenzamos en 2017 con una idea sencilla: hacer que la gestión financiera dejara de ser ese problema que los propietarios evitaban hasta fin de mes. Porque sabemos que llevar un negocio ya es bastante complicado sin tener que descifrar hojas de cálculo cada semana.
Cuando las facturas se acumulaban en cajas de zapatos
Nuestra fundadora, Lidia Carmona, trabajaba en una asesoría tradicional donde veía cómo los autónomos llegaban con bolsas llenas de recibos desordenados. Y siempre el mismo comentario: "No tengo tiempo para esto, solo quiero vender mis productos".
La frustración era mutua. Los clientes no entendían sus propios números, y los asesores pasaban horas reconstruyendo información básica que debería estar organizada desde el principio. Había que existir una forma más práctica de gestionar esto.
Actualmente trabajamos con 247 pequeñas empresas en la Comunidad de Madrid, desde tiendas familiares hasta startups tecnológicas que acaban de arrancar.

Las personas detrás de los números
No somos un equipo enorme, y esa es nuestra ventaja. Cada cliente trabaja con personas reales que conocen su negocio, no con un departamento distinto cada vez que llama.

Lidia Carmona
Fundadora y Especialista en PlanificaciónDespués de siete años en asesorías convencionales, decidió que tenía que haber un enfoque más humano. Le gusta el té verde y odia las reuniones innecesarias.

Nuria Estévez
Responsable de FiscalidadSe incorporó en 2019 cuando nos dimos cuenta de que necesitábamos a alguien que tradujera las normativas tributarias a lenguaje comprensible. Todavía lo está intentando.
Colaboradores externos
Trabajamos con profesionales especializados en áreas específicas cuando nuestros clientes necesitan algo que va más allá de la gestión diaria. Abogados mercantiles, auditores, consultores de transformación digital. Gente que conocemos desde hace años y en quien confiamos.
Lo que nos importa de verdad
Conversaciones reales
Odiamos el lenguaje corporativo tanto como tú. Si algo no tiene sentido, lo explicamos de nuevo hasta que lo tenga. Y si no sabemos la respuesta, lo decimos directamente en lugar de inventar.
Respeto por tu tiempo
Sabemos que tienes un negocio que atender. Por eso nuestras reuniones duran lo necesario, nuestros informes van al grano, y contestamos emails en menos de 24 horas laborables.
Tarifas sin sorpresas
El presupuesto inicial es el precio final. Nada de cobrar por cada email o consulta telefónica. Si algo va a costar más de lo acordado, lo hablamos antes, no después.
Confidencialidad absoluta
Tus números son tus números. Nunca compartimos información de clientes, ni siquiera de forma anónima para estadísticas. Lo que nos cuentas se queda con nosotros, punto.

